Esto ya es Sodoma
Las ráfagas hicieron mella en mi conciencia. No soy muy aficionado a las películas de acción a lo vos-me-disparás-y-yo-te-respondo, excepto cuando una buena melodía acompaña las escenas. Pero, el caso es que no se trata de ficción, aunque así lo pareciera. Esta historia forma parte ya del imaginario guatemalteco y confirma lo que en el extranjero hablan de nosotros: Un país inseguro. Y es que la madrugada del sábado conmocionó, no sólo a los habitantes de la colonia Prados de Villa Hermosa, sino a todos. Eso es seguro. Con la camisa de periodista recelé no estar escuchando los decibeles de los plomazos y sentirme como un corresponsal en pleno conflicto bélico, observar el sube y baja de los policías y la resistencia de los asaltantes. Estar allí y sobrevivir para contarlo de primera mano. Pero con la camisa de civil, lancé todo un jolgorio de ruidosos lamentos por sentir impotencia ante este tipo de situaciones. De película. Creo que tiene mucha razón el comisionado de Turismo, Wi