Sí, entiendo que tendría que hablar sobre Madrid, España y sobre las cosas que visualizo y experimento en este viaje. Vacacionar un poco de la realidad de mí país. Pero, bueno, es difícil apartar la mirada sin recelo, más cuando, lejos, observo las noticias desalentadoras que nos sumergen, aún más, en el pozo en el que nos encontramos. En "el agujero" que dejé hace un mes (que ha carcomido nuestros cimientos por décadas). No comparto los discursos nacionalistas que utilizan los políticos y seudolíderes al afirmar que "vamos por buen camino", cuando en los hogares guatemaltecos los periódicos escupen informaciones tan lamentables que replican en la opinión, muchas veces morbosa, lejos de nuestras fronteras. Duele. Se siente en los huesos la impotencia al ver el nido de desconsuelo en el que se ha convertido nuestra morada. Cuando hablo con colegas y me muestran su pavor al tener que despertarse y encontrarse con que han asesinado, con protección de la PNC, a tres dip...
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