Nuevo en el rollo


Como suele suceder en todo. Llegar ese primer día a clases y pensar que todo el mundo imaginará cosas sobre tu atuendo, todos controlando tus movimientos. Ese primer acercamiento en sociedad con tus propias pistolas. Sacarte al ruedo en una plaza abarrotada con un pañuelo rojo enfrentando al toro más bravo. Esa sensación decapitante en el que toda la epidermis se llena de sangre evaporándose en sudores fríos. Ser nuevo en algo supone convertirse en el novato con quienes todos se aprovechan de su ingenuidad, una plasticina ideal para moldear al próximo miembro del grupo. Hay quienes afirman que existen secuencias que se traslapan en cada devenir de un nuevo eslabón en la cadena, es decir, quien sube el escalón desquita los malos tratos recibidos y reprmidos desde su llegada. Un ciclo de desquites.He sido nuevo en varias ocasiones. En mi familia, en la escuela, con los cuates del barrio, en la secundaria, en el trabajo, en el bus, en la cola de trámites, en el restorán, casi en todo. Y a pesar de estar familiarizado con este tipo de situaciones, siempre salta al inconciente esa primera ocasión en que no fuiste aceptado por el grupo. El entrar cual oveja teñida de rojo a un rebaño retozante de blancura.Ser el novato trae consigo una serie de responsabilidades adquiridas casi automáticamente. Eres el destinado a realizar tareas que son menospreciadas por aquel que se respalda por el tal derecho de piso; se te adjudican atribuciones que siempre están en la lista de pendientes; eres el blanco ideal de las peores bromas, que pese a la diversión chocante que despiertan en los veteranos, no dejan de formarte unas ganas mortales de castrar al autor de tan menospreciable acción.Cuando es la primera vez que haces algo, no dejan de merodear en tu mente las posibles reacciones que tendrán las personas cuando escupas alguna pregunta bañada de ingenuidad, rozando con la idiotez, pero que a vos te parece lo más lógico, sin embargo, todo el mundo se hace acreedor de la potestad para minimizar tu duda, tachándola de "babosa" o "burra". No es válido para ellos ser primerizo.No es que tenga algún trauma de pisar nuevos campos, de ingresar a nuevos grupos. Pero no dejo de pensar en los comportamientos de quienes son obligados a convertirse en "la carne fresca" de la circunstancia.

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