Guatemala, ¿dónde?
Hablar de Guatemala es exótico, extraordinario. Claro, que si la conversación es hecha con periodistas la cosa cambia, pues en el mundo de la información es difícil que se te escapen detalles de lugares o hechos trascendentales del mundo. Sin embargo, las noticias que vienen no siempre son alentadoras. Si no es un enorme boquete es un asesinato a diputados salvadoreños y todo el desenlace de capturas y posterior crimen de los policías. Hoy en la página 10 del diario El País, periódico de mayor venta e influencia, publica:
El FBI investiga el asesinato de los tres diputados en Guatemala
Agentes del FBI trabajan de lleno en la investigación del brutal asesinato de tres diputados salvadoreños y de su chófer, ocurrido el martes 20 de febrero en Guatemala, y agravado por la matanza, cinco días después, de los supuestos autores materiales, cuatro policías de élite que habían sido recluídos en una cárcel de alta seguridad.
Los periódicos españoles sostienen una imagen de Guatemala como “un país conflictivo” donde la impunidad y la violencia están a la orden del día, sin que se vislumbre una solución inmediata.
Los cables de prensa provenientes, provocan impotencia y frustración pues es difícil tratar de desvirtuar ese panorama fabricado por nuestros gobernantes y destacar otros aspectos, como la generosidad de nuestra gente, la bondad de nuestras tierras, el color de nuestras montañas, la virtud de la solidaridad. El otro día, vino de visita la, ahora candidata a la presidencia, Rigoberta Menchú y resaltó el repunte de la delincuencia y su justificación para alzar el vuelo al estrado presidenial. El mismo diario El País (de los pocos que dan seguimiento a noticias de este tipo), figura la entrevista:
"La violencia nos tiene arrodillados"
Rigoberta Menchú, dirigente indígena de Guatemala y premio Nobel de la Paz, ha optado, a sus 48 años, por "tirarse al agua". Así describe su decisión de presentarse a las elecciones presidenciales de septiembre, al frente de un colectivo maya y en alianza con el Partido Encuentro por Guatemala (PEG, izquierda). Hacía tiempo que Menchú le daba vueltas a la idea de gobernar un conflictivo país que hace diez años puso fin a una guerra civil de tres décadas, y que vive castigado por el crimen organizado. La activista recogió ayer en Madrid el premio anual del Club de las 25, un grupo de mujeres profesionales de diversos ámbitos.
Ahora, es entendible que la afluencia de guatemaltecos en tierras ibéricas sean pocas, nulas o inexistentes. La mayoría de chapines que viajan a España es, por lo regular, para estudios de postgrado o a integrar, en mi caso, programas de profesionalización puntuales y al concluir deciden si retornan o si se quedan como inmigrantes.
Esa reducida cantidad de guatemaltecos, provoca que los productos o servicios con destino Guatemala tengan alto costo. Veo como los compañeros de Colombia, Brasil y Ecuador pueden hacer llamadas a sus países con precios relativamente baratos, pues el precio por minuto es accesible, mientras tanto en el caso de llamadas a Centroamérica, en mi caso, a Guatemala, pago cerca de 1€ el minuto (cerca de Q10). Ello limita mi comunicación, pues dado que la austeridad es una de los requisitos de convivencia, debo priorizar gastos y comer ansias cuando quiero escuchar la voz familiar, de Lucy o de algún amigo. Así son las cosas. Lo más gracioso, y no menos importante, es que cuando quiero acompañar mis alimentos con tortillas, los mozos quedan con cara de sorpresa frente a la consulta: “¡Coño! Qué cosas son esas”. Me tengo que conformar con extrañar la gastronomía y adaptar mi estómago a la española, que, no es mala, es muy sabrosa, pero tiene un pequeño detalle: es cara.
Bueno, tengo pendiente colgar fotografías sobre el último viaje que hicimos los balboas a la amurallada ciudad de Toledo. Hasta luego.
Comentarios