El guardián dejó su morada
Uno de los mejores textos que he tenido frente a mí fue escrito por J.D. Salinger , de eso no tengo duda. Siempre pensé que no había nadie mejor que él. Aún lo pienso. En estos días, encontré una edición agradable y con las letras con el tamaño justo de su obra El guardián entre el centeno (The Catcher in the Rye -1951-), en donde narra las peripecias de Holden Caulfield, a quien siempre lo visualicé como uno de esos tíos malos a los que uno pretende llegar a ser. Hoy leo los periódicos en la Internet y me encuentro con esta triste noticia: su fallecimiento. Para mí Salinger es escritor pleno. El que escribe sin exponerse. Siempre protegió celosamente su privacidad. En los registros mediáticos únicamente se cuenta con una entrevista al The New York Times en 1974, y realizada vía telefónica. En ella, defendió energéticamente su derecho a conservar su vida privada. Odiaba las fotos y vivió muchos años alejado en una suerte de búnker en una pequeña comunidad de Nueva Hampshire, al nore