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Mostrando las entradas de noviembre, 2010

Cablegate

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No cabe duda que el morbo es el alimento del ser humano. Y, conocer lo secretos de los demás es la forma más elevada de la orgasmal sensación del morbo. Las escandalosas revelaciones minan de nueva cuenta la credibilidad de la nación más poderosa del mundo que intentó limpiar su nombre de cara a la política exterior con la victoria del demócrata Barack Obama. La piedra en el zapato de los Estados Unidos tiene un nombre: Wikileaks y un rostro, el australiano Julian Assange, quien ha puesto en jaque una de las administraciones, digamos, más prometedora que había tenido el país de norte en los últimos años. Pero saber que una presidenta tiene problemas mentales, o que un presidente es hipocondriaco, o la confirmación del interés por aislar a Hugo Chávez en Venezuela, o que el socialismo que predica José Luis Rodríguez Zapatero en España es peligroso, es más bien un sensacionalismo a gran escala que más allá de permitir acusaciones sobre posibles injerencias, de las que ya ha tenido antece

Desfile de incompetencias

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Es entendible que elegir a las trece de las mejores personas que compartan ideales e intereses para administrar un país como el de Guatemala es difícil. Es lógico, además, que conforme se vaya consolidando la estrategia de gobierno y se amarren las políticas que se gestionaron para cumplir con el mandato, más de alguien pierda la orientación y termine fuera del equipo. Eso pasa hasta en el futbol. Por eso los directores técnicos convocan hasta 25 jugadores para tener de donde escoger cuando los titulares no le rindan. Para eso sirven las listas de espera, las bancas. Los sustitutos. No es de extrañarse que cuando termina el tercer año del gobierno de Álvaro Colom sobrevivan solo dos ministros del equipo inicial que fue presentado unos días antes de la toma de posesión. Y si hay que leer entre líneas, podríamos suponer que algo bueno se ha estado haciendo en las políticas exteriores y del medio ambiente. Dado que en esa lista aún están bien agarrados de la silla Haroldo Rodas en la Canc