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Mostrando las entradas de 2009

Como suele suceder

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Cuando Guatemala se dispone ocupar espacios importantes en la prensa mundial, no lo hace en una forma lisonjera. Quizá hace reforzar esa idea primitiva con que nos asocian. Con un testamento digital donde se confirma que en el país las cosas se solucionan a balazos, ¿Cómo decirle a un potencial visitante que la violencia no es el pan diario de los guatemaltecos? El video pre mortem grabado tres días previos a su crimen, recorrió el mundo y como pólvora estalló colocándose en los principales medios del globo. En El País de España se colgó en dos partes la polémica cinta. En YouTube se popularizó y desde ciudades lejanas la indignación se tradujo en los comentarios dejados por usuarios guatemaltecos y extranjeros. Pero algo verdaderamente bochornoso es la conclusión a la que llegaron periodistas salvadoreños en una extensa cobertura sobre el tema: “Afuera, en las calles, los guatemaltecos reclaman respuestas, aunque saben que quizás no llegarán, como suele ocurrir en el vecino país”,

De motos y una lágrima

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Después de casi tres años decidí de nuevo comprar una moto. Aún la estoy pagando, pero sus resultados comienzan a verse: gasto menos, viajo más rápido y puedo estacionarla donde sea sin el estrés de andar taloneando un maldito espacio en los estacionamientos. Todo bien. Aunque no he olvidado los golpes que me dejó mi anterior caballo metálico y el casco aún tiene los raspones de las caídas no muy agradables que tuve, hay cierta tranquilidad en mi movilidad por la ciudad. Hasta el olor a humo es tolerable. No me enoja incluso soportar a los conductores infelices que se sienten superiores con sus cacharros y me cierran el espacio para no poder pasar. Es cierto que viajar en moto por la ciudad es síntoma de valentía y muchos me dicen que he cometido el peor error de mi vida al montarme nuevamente en esos vehículos, me consuelo al pensar que si tengo predestinado meterme un morongazo en el tráfico, no está de más apresurar el momento. Las motos son livianas y lo llevan a donde uno quiera.